sábado, 5 de marzo de 2011

El mercedes segun merengala

Cuando él le dijo que pasaría a buscarla por su casa para ir al Jet Set la noche del lunes ella se puso muy contenta.
Por primera vez saldría con él , un tipo que andaba nada más y nada menos que en un Mercedes .
! Qué envidiosas se iban a poner las muchachas del barrio, cuando él llegara a recogerla en un Mercedes Benz ! .
Qué diran los vecinos , cuando se enteren ! , fue su grito de guerra .
Se acicaló muy bien , y se puso el mismo vestido con el que esperó el año nuevo que había comprado en Divas.
Eran las 10 : 00 de la noche en punto cuando le sonó el
teléfono celular .
-Ya estoy aquí abajo , esperándote - se escuchó la voz
del que se vislumbraba como una nueva conquista .
Ya él estaba en el parqueo del edificio de apartamentos de Villa Juana de los que construyó el gobierno , esperando que ella bajara desde el cuarto piso donde vivía con una tía , que esa noche se quedaría cuidando al niño , en lo que hacía un " bureo " por el Jet Set.
Mientras bajaba las escaleras no podía disimular la emoción que sentía y el corazón le palpitaba de emoción.
Cuando llegó al primer piso , que miró hacia el parqueo
buscando a su nuevo amigo en el Mercedes no vió un carro así por ninguna parte. Estaba extrañada . . .
Hasta que se oyó una voz que le dijo :
-Hey , estoy aquí! .
Era la voz de su amigo , que ciertamente estaba al volante de un Mercedes .
Pero vaya Mercedes ! . Un armatrote viejísimo que nadie sabe cómo todavía andaba .
-Ella tragó en seco, Le dieron ganas de no montarse y
devolverse , pero cuando miró hacia los balcones de los
condominios se dio cuenta de que todo el vecindario la estaba mirando .
Percibió sonrisas y miradas burlonas , que quizas solo
estaban en su imaginación por el chasco.
No hay gente más mirona que aquella que vive en una
vecindad de pobres . Los ricos en las torres de la Anacaona ni siquiera se conocen y solo se ven en los ascensores.
-Vámonos - dijo -vámonos pronto de este maldito barrio! - dijo indignada porque la estaban mirando , lo cual ella hubiera querido si el amigo tuviera un Mercedes 500 del año.
Y se fue con el amigo en el carrancho .
En el camino se fue contentando , ya que después de
todo era un Mercedes , y no un cepillo de los que tenía Leonel Fernández cuando era un abogado en olla.